martes, 9 de diciembre de 2014

¿Ella?

Andando, andando sin avanzar, es lo que llevas haciendo desde que la gran luz cegó tu mirar sumiéndote en la negra noche, de donde no podías escapar. Mas sin previo aviso durante tu caminar, junto a ti no viajaba la oscuridad, estabas tan cegado por ella que a los lados te negaste a mirar pensando que el único sentido de tu camino era volverla a alcanzar. Pasaron los días, como era habitual, sin que ningún cambio fueras capaz de apreciar, nada nuevo, nada inusual; mas sin embargo junto a ti ya había comenzado a andar. No era ella, ninguna duda podías albergar, pero quizá sea más ella de lo que ella fue y será jamás. De momento solo esperas nunca solo volver a caminar.

jueves, 23 de octubre de 2014

Deseo

De noche, miras las estrellas mientras piensas cuál de esas es la única que realmente te embelesa. Unas brillan, unas lloran, unas tintinean como queriendo destacar pues aunque no sean las más grandes o las más brillantes también tienen derecho a soñar. Y la verdad, no les hace falta pues cada observador tiene sus preferencias y aunque muchos solo miran a las más grandes o más brillantes saltando de una en otra en busca de la mejor, sin prestar atención a las que consideran inferiores también queda gente como tú, pues tú solo tienes ojos para ella, puede que no sea la más grande, la más bonita, la más fácil de ver; puede que esté lejos pero desde que la descubriste solo podías quererla abrazar.

Y justo cuando ya estabas despegando los talones del suelo para poder verla más de cerca como si la quisieras besar un chispazo, una ráfaga de luz cruzó el cielo de norte a sur. Cuentan las leyendas que cuando una estrella cae los deseos que los hombres tenían para ella otros los pueden aprovechar por lo que sin duda deseas poderla abrazar. Puede que cueste, puede que el viaje sea largo y duro, puede que duela, incluso es probable que nunca puedas regresar y aunque sabes que es puro fuego no puedes evitar quererla besar.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Noche

Al ocaso dicen que le sigue la noche, así parece ser, por lo menos de momento. Ahora bien, ¿qué harás hasta que amanezca? ¿Irás encendiendo pequeñas velas para iluminar tu camino? Sabes a ciencia cierta que nunca iluminarán como el sol. Nunca serán capaces de sustituir su luz, su calor. Pero pueden hacerte más fácil caminar por la oscura noche aunque suponga reemplazar y traicionar al mismísimo astro rey. También puedes caminar a oscuras, por supuesto. Puede que tropieces, puede que te caigas, incluso cabe la posibilidad que nunca halles la salida, que te pierdas vagando sin rumbo, que no seas capaz de continuar tu camino sin la luz del sol, sin tu guía, sin lo único que daba sentido a tu caminar. Sin embargo, los más fuertes conseguirán acostumbrarse a la falta de luz y nunca más dependerán del sol. Perderán su única compañía, pero nunca tendrán que detenerse en su viaje, aunque este haya perdido su sentido. Solo espero que no se te pase por la mente, ni por un segundo, la posibilidad de abandonar, de deshacer tu maleta y acampar en medio de la oscuridad tomándola como tu nuevo entorno sin siquiera soñar con poder ver la luz una vez más.

lunes, 21 de julio de 2014

Autómatas

Muchos pueden pensar que lo ideal es vivir como los demás, sin embargo no se dan cuenta que vivir sin pensar no es vivir, es simplemente no morir. Aunque si he de decir la verdad no pensar puede ser la única forma de sobrevivir aunque no llegues a vivir. Y es que cuando solo eres capaz de pensar en una cosa quizá tu problema es que intentas pensar. Quizá lo único que debas hacer sea actuar. Sin embargo no serás capaz de mover ni un dedo, ni articular una sola palabra o escribir una palabra más.

Puede que la teoría esté clara. Puede que tras infinidad de noches de insomnio hayas conseguido convencerte de lo que debes hacer. Pero querido, tú y yo sabemos que nunca lo harás. Simplemente mirando las ventanas te quedarás. Haciendo tiempo para que al día siguiente no puedas pensar, para que un día más, durmiendo despierto, llegue a su final.

martes, 15 de julio de 2014

Ocaso

Si bien la noche nunca fue nuestro mejor momento, estos días se torna más negra si cabe pues a la noche le sigue el día, o por lo menos así debía ser, así era. Sin embargo hace muchas noches que no hay un día. Y lo peor no son las noches que pasaron, si no las que nos quedan por pasar: noches frías y noches cálidas, noches estrelladas y noches cubiertas, noches en vela y noches sin dormir; pero todas sin ti.

Y es cuando te das cuenta de esto cuando hubieras deseado aferrarte a aquel último Sol, aquel último ocaso que ocultó para siempre el Sol y nunca más lo dejaría salir. Y es que cuando no hay remedio es cuando remedio hubieras deseado poner. Si bien sabías lo que iba a pasar nunca te decidiste a remediarlo cuando pudiste por miedo a acortar el último día, pero por arriesgar unas horas de luz te condenaste a una eternidad de oscuridad, ¿mereció la pena? Nunca lo sabrás, sin embargo, mil veces te arrepentirás.

lunes, 7 de julio de 2014

Verano

Llegó el verano y con él el calor, la playa, el sol, las vacaciones, el pueblo, las fiestas, los viajes la felicidad para algunos, lo que llevan esperando todo el año, pero cuando menos ropa tenemos es cuando más se esconden los sentimientos. Porque a veces una cárcel no es si no el mejor lugar si tienes a esa persona de compañera de celda y con el verano llega el fin de la supuesta condena convirtiendo a los presos físicos en presos de la distancia, del olvido, del adiós... de la soledad. Más cuando sabes que nunca volverás a estar encerrado en aquella prisión, ni tú, ni ella. Y lo que es peor: seguiréis encarcelados, pero separados. Si era el único alivio para soportar la cautividad ahora deberás arreglártelas para sobrevivir sin su luz, sin la esperanza de llegar a estar con ella más allá de la obligación física. Deberás soportar la idea de que tu tiempo pasó y este es uno de esos trenes que no vuelven. Que si no te atreviste a montar en él en su momento ya nunca lo podrás hacer pues ya salió del andén rumbo a otra estación que sí tenga un pasajero digno de él.

miércoles, 18 de junio de 2014

Soledad

¿Estás solo? Sí, no hay nadie en mi habitación podrían responder, ¿pero estás solo en la vida? No, claro que no, tengo a mis padres a pocos metros y a mis amigos no mucho más lejos diría con rapidez cualquiera pero... realmente, ¿estás solo? Por mucho que me pueda pesar yo he de decir que sí, cuando estás rodeado de gente, cuando estás al lado de esa persona pero no estáis juntos, cuando puedes hablar, reír o llorar con ella pero nunca revelar tus sentimientos, amigo mío, entonces estás solo. Y es que puedes tener casi siete mil millones de personas a tu alrededor y estar más solo que la una y, sin embargo, estar con una sola y tener la mejor compañía que nunca podría soñar, pero solamente si ella también está contigo.