martes, 19 de septiembre de 2017

Frío

Frío, hace demasiado frío ahí afuera, pero también aquí dentro. Y el problema dista mucho de reducirse a la altura del mercurio, lo que vuelve gélida toda atmósfera que te rodee es el dementor que te persigue día y noche. Y bien es cierto que la manta de miedos en la que siempre te embozas puede evitar la hipotermia por un tiempo, pero al final hasta la última gota de tu sangre quedará cristalizada si no encuentras la forma de envolver todos tus males con la que es ya tu última defensa y arrojarlos juntos por la puerta de la Luna de tu corazón.

Lo peor sin duda es que estás errando siempre en el primer paso y acabas tapando el Sol dejándote desprotegido haciendo inevitable la caída hacia la Luna. Quizá, todo lo que necesites, sea una constelación con forma de animal de luz que acabe con los espectros que muerden el alma.