viernes, 5 de septiembre de 2014

Noche

Al ocaso dicen que le sigue la noche, así parece ser, por lo menos de momento. Ahora bien, ¿qué harás hasta que amanezca? ¿Irás encendiendo pequeñas velas para iluminar tu camino? Sabes a ciencia cierta que nunca iluminarán como el sol. Nunca serán capaces de sustituir su luz, su calor. Pero pueden hacerte más fácil caminar por la oscura noche aunque suponga reemplazar y traicionar al mismísimo astro rey. También puedes caminar a oscuras, por supuesto. Puede que tropieces, puede que te caigas, incluso cabe la posibilidad que nunca halles la salida, que te pierdas vagando sin rumbo, que no seas capaz de continuar tu camino sin la luz del sol, sin tu guía, sin lo único que daba sentido a tu caminar. Sin embargo, los más fuertes conseguirán acostumbrarse a la falta de luz y nunca más dependerán del sol. Perderán su única compañía, pero nunca tendrán que detenerse en su viaje, aunque este haya perdido su sentido. Solo espero que no se te pase por la mente, ni por un segundo, la posibilidad de abandonar, de deshacer tu maleta y acampar en medio de la oscuridad tomándola como tu nuevo entorno sin siquiera soñar con poder ver la luz una vez más.